lunes, 13 de octubre de 2014

La nueva serie de Cazadores de Sombras

...O de cómo los autores venden su alma por más dinero.



He aquí que estaba curioseando en las redes sociales, concretamente en Twitter, donde soy seguidora de Cassandra Clare, cuando salta la noticia a mis ojos: la productora de la película ha comenzado a reescribir el guion de la misma para convertirla en una serie (que sí, que es algo que se ha puesto muy de moda últimamente). Yo no vengo aquí a valorar esa noticia, basta con navegar un poco en el Tumblr de la autora para enterarnos de todo.

Mi intención con esta crítica es dar otro punto de vista a todo lo que implica la decisión que ha tomado. Porque, la verdad es que, les guste o no a los fans de la saga, la adaptación de la novela a la gran pantalla fue un auténtico desastre. Cuando fui a verla al cine (podéis consultar mi reseña aquí), salí de la sala con la sensación de que los guionistas habían adaptado la novela arrancando las hojas y uniendo frases sueltas sin sentido. No había ni punto de comparación entre el libro y la película. Prueba de ello es que la película se hundió en la taquilla y la productora comprendió que no podía arriesgarse a adaptar la segunda parte.

Y la idea que han tenido para salvarla ha sido convertirla en serie. Lo más probable es que tengan que reescribir el primer libro de nuevo, buscar nuevos actores y empezar de cero. Y siempre bajo la atenta mirada de un autor que no puede menos que 'alabar'' las decisiones que se toman por él.

Que es cierto que en los últimos años, desde el auge de Juego de Tronos en televisión, todas las grandes sagas quieren su versión en la pequeña pantalla. Pronto veremos también la saga de El nombre del viento como la siguiente apuesta. Y es que el cine ya no gusta tanto, sólo hay que ver que desde la llegada de Crepúsculo, que empezó a poner de moda en Hollywood adaptar cada libro juvenil para hacerse de oro, las películas ya no son lo que eran. Quizás se salve Los juegos del Hambre y sus sucesivas entregas, pero aun así, la gran pantalla juvenil ha entrado en decadencia.

Por supuesto, no hay autor que se niegue a que su historia sea llevada al cine o a la televisión. Parece que lo mejor es explotar al máximo la gallina de los huevos de oro. Basta con dar a la tecla correcta para que tu historia sea conocida mundialmente, y a continuación lo que toca es exprimirla hasta que la vaca se queda sin leche. El caso más claro es el de Cazadores de Sombras.

Toda esta opinión la está contando una servidora cuya adolescencia se ha basado en la saga de Cazadores. Comencé leyendo por casualidad y fue una historia que me enganchó hasta la tercera entrega. Sin embargo, mi escepticismo nació cuando la autora decidió añadir otra trilogía a la historia de Clary y Jace, más la trilogía de Los Orígenes, The Dark Artifices, The Last Hours, The Wicked Powers, Las Crónicas de Bane, el Códice de los Cazadores de Sombras, y muchas más que se le irán ocurriendo, seguro. No olvidéis que cada uno de estos títulos cuentan con, al menos, 3 libros cada uno. Y ya no sé si es porque maduré, que no veo con buenos ojos esta proliferación del mismo mundo mágico.


Esta escritora se ha dedicado a explotar al máximo su universo, hasta el punto de que no ha dejado nada a la imaginación. Ha preferido andar sobre seguro antes que arriesgarse con una historia nueva y diferente que puede que no triunfe. Seguramente, a cualquiera le parecería mejor para el bolsillo escribir mil veces sobre el mismo tema y tener millones de dólares a escribir cosas nuevas que qiuzás no se vendan mejor. Pero para mí, como amante de la lectura, me repugna la idea. Estamos hablando de un escritor que no innova, que no arriesga, que no tiene más imaginación. Un escritor cuyas ideas terminaron el día en que se imaginó el mundo de Cazadores. Puede que estos sean autores best-seller, autores que las editoriales se pelean por contratar, autores superventas, autores que ganan millones y hacen ganar millones, pero... ¿dónde queda la esencia más pura de la literatura?

¿Alguien se imagina que Shakespeare hubiera escrito mil sagas sobre Romeo y Julieta? ¿O que Jane Austen explotara la historia de Mr.Darcy y Elizabeth Benneth? Cualquier gran autor que ha pasado a la historia de la literatura lo ha hecho por sus grandes dotes literarias, no por saber escribir muy bien sobre los mismos protagonistas. Personalmente, mi ejemplo a seguir son los de aquellos autores que mantienen su filosofía y sus principios. Pensemos en Laura Gallego, referente de la literatura fantástica en nuestro país. Ella se negó desde un principio a hacer una película sobre Memorias de Idhún. Mi sincera enhorabuena. También se ha negado a explotar esa historia, sino que es una autora que escribe historias distintas. Todas de fantasía, pero no de Memorias de Idhún. Paulo Coelho es otro ejemplo de autor que se ha negado a que sus historias sean adaptadas al cine. Y fama no les falta. 


No intento con todo esto menospreciar a los miles de millones de fans que hay en el mundo de Cazadores de Sombras, igual que de Juego de Tronos o de El nombre del viento. Pero para mí ser fan ya no es ser un seguidor de una historia adaptada. Considero fan a quien devora los libros, a quien se queda noches en vela para saber cómo termina la historia, a quien sufre, ríe y llora con cada página que pasa, a quien prefiere tener su propia imagen de sus personajes en la mente antes que salir del cine sintiéndose engañado.

Puede que debamos reconsiderar el valor que se le está dando a la literatura fantástica. Pero claro, qué va a hacer una pequeña vocecita como la mía en medio de la inmensidad del universo que aprueba y celebra que dentro de un año, una nueva serie juvenil esté haciendo de oro a una productora de televisión.

1 comentario:

  1. Bravo, joder me encanta este blog
    En cuanto me he enterado de que iban hacer la serie me he metido aquí corriendo a ver que os parecía y no puedo estar más de acuerdo contigo

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